El autismo es la deficiencia en el desarrollo de mayor crecimiento en Puerto Rico y el mundo en las últimas dos décadas. Las deficiencias del desarrollo, y entre ellas el autismo, son un grupo diverso de condiciones crónicas que se deben a deficiencias mentales o físicas. Las personas con deficiencias de desarrollo tienen problemas con actividades importantes de la vida, tales como el idioma, la movilidad, el aprendizaje, auto-ayuda, y la vida independiente. Las deficiencias del desarrollo comienzan en cualquier momento durante el desarrollo hasta 22 años de edad y por lo general duran toda la vida de una persona.

En Puerto Rico, el estudio de prevalencia de autismo realizado en el 2011 por la Escuela Graduada de Salud Pública por encargo del Departamento de Salud, indica que la prevalencia de autismo en menores de 4-17 años es de 1/62.[1] Esto representa una de las tasas más altas de autismo en las jurisdicciones de Estados Unidos, y a nivel de salud pública, una epidemia. A través de este estudio se estimó que la población de personas con autismo en Puerto Rico se encontraba entre 19,695 y 21,822. De estas, 2,890 eran de 0 a 3 años, 11,743 de 4 a 17 años y entre 5,062 a 7,189, de 18 años en adelante (nacidas 1991 o antes). Esta población joven y adulta es la que muchas veces mayores carencias de servicios enfrentan. Las estadísticas de empleo para esta población oscilan entre un 5 a 10 porciento en EE.UU. Los jóvenes adultos con autismo tienen menos probabilidades de encontrar un trabajo o vivir por su cuenta que sus pares con otros tipos de discapacidades, según estudios realizados en EE.UU[2].

El estudio del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico titulado Prevalencia de trastornos del espectro autista, 2011[3], recomienda desarrollar proyectos para atender la población adulta con autismo y otras deficiencias en el desarrollo. Los investigadores encontraron que en Puerto Rico, luego de salir del sistema de educación, los jóvenes con deficiencias en el desarrollo encuentran pocas oportunidades para desarrollarse y desempeñarse en nuestra sociedad. El estudio establece que la población adulta con deficiencias en el desarrollo sigue en aumento y actualmente no se cuenta con un sistema adecuado que atienda sus necesidades en la adultez. Por tanto, recomienda que se creen o promuevan estrategias en las cuales los adultos con deficiencias en el desarrollo puedan integrarse en la sociedad mediante el desarrollo de servicios, apoyo y asistencia.

Motivados por esta realidad la Alianza de Autismo de Puerto Rico comenzó durante el año 2016 el desarrollo de nuestro Proyecto METAA (“Misión Empresarismo y Trabajo para Adolescentes y Adultos con Autismo”). Este proyecto busca impulsar la creación de oportunidades de empleo para la población de jóvenes y adultos con autismo. En su primera etapa nos hemos dado a la tarea de identificar jóvenes (mayores de 16 años) y adultos con autismo que estén interesados en formar parte de la fuerza de trabajo, así como potenciales patronos que estén dispuestos a contratar esta población de diversidad funcional. Los resultados nos demuestran que existe una gran demanda, necesidad e ilusión entre los jóvenes y adultos con autismo de tener una experiencia de empleo, sin embargo la identificación de potenciales patronos ha sido cuesta arriba. Es ante este escenario que la Alianza de Autismo de Puerto Rico se propone desarrollar su “Primer Taller de Trabajo del Proyecto METAA para Jóvenes y Adultos con Autismo”.

Al día de hoy, hemos desarrollado un registro de jóvenes y adultos con autismo que están deseosos de integrarse al mundo laboral el cual comprende un total de 53 participantes que han sido identificados al momento de los cuales 23 (43%) son residentes de municipios del área metro y 11% son residentes del Municipio de San Juan específicamente.

La Alianza de Autismo de Puerto Rico solicita ALIADOS para desarrollar el Primer Taller de Trabajo y Empleo para Jóvenes y Adultos con Autismo en el área metro. A través de esta alianza solicitamos la identificación de un espacio en el cual podamos establecer nuestro taller de trabajo. El espacio idóneo sería unas facilidades que ofrecieran tres a cuatro salones grandes (400 pies cuadrados o más) con aire acondicionado y seguridad que sirvieran para establecer esta primera etapa del proyecto.

La Alianza de Autismo de Puerto Rico, se encuentra trabajando en la recaudación de fondos y alianzas que sufraguen los costos de materiales, adiestramientos, y el personal requerido para lograr con éxito este esfuerzo. Este proyecto tiene como meta desarrollar una microempresa cuyos recaudos servirán para cubrir los gastos operacionales y sus ganancias nos permitirán expandir los servicios que ofrecemos a nuestra población de los niños, jóvenes, adultos y las familias tocadas por el autismo en el área metropolitana, y en todo Puerto Rico.